lunes, 29 de diciembre de 2008

La productividad española

Es muy probable que si hablando con un extranjero le preguntaras qué le suena de España te contestaría algo parecido a: toros, sevillanas, Real Madrid, Barça y fiesta. Y es que, aunque no nos guste admitirlo, España es la discoteca y lugar de veraneo de Europa. Esto parece favorable, pero sólo para el sector turístico. ¿Y el resto? Somos el país del continente con menor productividad, y eso que le dedicamos unas 232 horas más al año de media a trabajar. Si trabajamos más que la media y tenemos una menor productividad (casi la mitad), nos toca preguntarnos si algo estamos haciendo mal.

Existen determinados factores que pueden explicar la menor productividad de España: el primero que se indica es la educación. El índice de fracaso escolar español es superior a la media europea. Necesitamos una mayor inversión en enseñanza, pero además, de mayor calidad. Aunque a los estudiantes españoles les parezca que están toda su vida estudiando, la verdad es que la media nacional es de 9 años, frente a la de 13 de un estadounidense. Otro factor clave en el desarrollo de la productividad en nuestro país es el tamaño de las empresas: las sociedades pequeñas producen menos de la mitad que la media del sector, mientras que las grandes lo hacen superando la media en un 30-60%. El nuestro problema es que las pequeñas y medianas empresas representan el 99,8% del total.

Otro inconveniente que tenemos es que nuestros costes administrativos y regulatorios son superiores a países como EEUU o Canadá. Además, uno de los principales problemas nacionales es la baja inversión en desarrollo tecnológico, pieza clave no sólo en el crecimiento de la productividad, sino también en la competitividad. (Sólo el 6% del PIB se destina a la investigación en este estratégico y fundamental sector). Otro factor es que España cuenta con una media de coste laboral por trabajador de 2400€, menor a la media europea; esta sería una buena cifra, si sólo se mirara de manera aislada: la realidad es que es la que ha crecido a un mayor ritmo en la UE.

Pese a estas características que parecen justificar la baja productividad de España, encontramos que ésta ha crecido en los últimos meses. La causa: la tasa de variación interanual del mercado laboral ha descendido hasta llegar a un -0,4%, lo que ha incrementado la productividad por ocupado notablemente. Y esto es un problema. Nos ha hecho falta destruir empleo para aumentar nuestra productividad. ¿Y cuando la situación económica se estabilice, qué pasará? El incremento de productividad tiene que producirse por avances tecnológicos, no como consecuencia del incremento del paro.

Ahora nos encontramos en un buen momento para reflexionar. No tenemos que conformarnos con la productividad que hemos obtenido a causa del incremento del número de parados. Tenemos que avanzar en innovación y, lo que es más difícil, cambiar de mentalidad. La mayor parte de los trabajadores españoles pierden hasta un 15% del tiempo de su jornada laboral en distracciones como cotilleos, ir a fumar, tomar un café o enviar un e-mail a los amigos (según un estudio de Ipsos para la empresa Lexmark publicado en Emprendedores). Los tres países que tienen menos horas de jornada laboral (Holanda, Alemania y Bélgica), se encuentran a su vez entre los cuatro países más productivos de Europa.

Trabajadores y empresarios tienen que cambiar de mentalidad. No por estar más horas en el trabajo vas a ser mejor trabajador, ni trabajar durante la jornada laboral es de pardillos. ¿No es mejor trabajar menos tiempo, realizando el mismo trabajo, y tener más tiempo libre? Si otros países pueden, nosotros también. En nuestras manos está cambiar y volvernos más productivos.

Fuentes: http://www.elblogsalmon.com/2007/04/17-productividad-a-la-espanola
http://www.gaceta.es/negocios/14-12-2008+cinco_factores_que_explican_menor_productividad_espana,noticia_1img,36,36,41438.

Natalia García-Moreno

1 comentarios:

Econovatas dijo...

Respecto a la visión que el resto de países tienen de nosotros estoy totalmente de acuerdo contigo. Un chico que conocí de Estados Unidos estaba convencido -y sus amigos también- de que en España todos teníamos camas en el trabajo para echarnos la siesta después de comer y de que todos aquí vestimos por la calle con los trajes de sevillanas. Lo que hay que oír...

María Osa