Así lo describe The Economist en su reportaje especial “The Party’s over” (la fiesta ha terminado), donde analiza qué le depara el futuro a España en cuanto a economía se refiere. Y según su autor, Michael Reid, la fiesta fue espléndida… mientras duró. Explica que en otras situaciones de complicación, como en los 80 o en 1993, España salió adelante gracias a las devaluaciones. Pero dado que ahora estamos en la Unión Europea no contamos ya con esa baza y dependemos de las devaluaciones que el BCE anuncie. Desde el recorte de los tipos del 8 de octubre se vaticinó que podría haber dos más antes de 2009 y ya hemos pasado por uno, que sitúa los tipos al 3,25%. Esto debería suponer un aumento de la liquidez y la concesión de créditos (la explicación en mi entrada del 2 de noviembre) además de un descenso del euríbor -como efectivamente ha sucedido -. Sin embargo, al parecer, un par de años de recesión no nos los quita nadie y según los más catastrofistas, algunos más.
Por si este informe pesimista nos ha sabido a poco, por su parte el FMI prevé un 0,7% de recesión en 2009, que supone una visión más actualizada de los datos ofrecidos en octubre, que anunciaban un descenso del 0,2%, aunque aseguran que EEUU y las grandes potencias también sufrirán una profunda recesión. Y es que mal de muchos…
…consuelo de tontos. Y a tanto no llegamos, pero casi, según la visión del The Economist, que dice que la educación en este país no es buena. Los jóvenes españoles, que hemos vivido conociendo sólo crecimiento económico, nos enfrentamos ahora a un duro test que pondrá a prueba nuestra economía tras la bonanza de las últimas décadas. ¿Pero podremos pasar este test? Según la visión del autor, la calidad de la educación en España ha descendido, los profesores se quejan de haber perdido status, los niños van mal en matemáticas y España no aparece entre las 150 mejores universidades del mundo. El resultado no parece muy alentador. Está claro que la educación es un motor fundamental no ya del desarrollo, sino ante todo del crecimiento. Una buena educación logra gente más formada, capaz de adquirir puestos de mayor responsabilidad, de montar negocios o de expandirse hacia el exterior, abriendo nuevos mercados para el comercio. Cuando esto sucede, nos vemos inmersos en un mar de empresas, que nos harán ser más competitivos. La apertura hacia nuevos mercados abre una puerta a la entrada de factores productivos extranjeros, entre ellos capital, con el que mejorar en tecnología, formación… Para aumentar aún más nuestra eficiencia y por ende, nuestra competitividad. En este punto, podríamos plantearnos abrir empresas en coinversión en otros países para que, pensando global y actuando local, pudiéramos generar más ingresos, parte de los cuales retornarían a nuestro país y podríamos emplear de nuevo en mejorar tecnología, investigación, formación... Es decir, para que el país crezca se necesita una buena educación.
Por tanto, aunque al parecer no podamos hacer nada para evitar la recesión que se nos avecina, debemos trabajar duro (y estudiar, claro) para intentar que la resaca de este país de fiesta y siesta pase cuanto antes.
María Osa
Fuentes:
- "El FMI prevé una marcha atrás del 0.7% en España el próximoa año..." El Economista (07/10/08), págs. 32,33
- http://www.expansion.com/2008/11/07/economia-politica/1226054384.html
- http://www.economist.com/specialreports/displayStory.cfm?story_id=12501087
María Osa
Fuentes:
- "El FMI prevé una marcha atrás del 0.7% en España el próximoa año..." El Economista (07/10/08), págs. 32,33
- http://www.expansion.com/2008/11/07/economia-politica/1226054384.html
- http://www.economist.com/specialreports/displayStory.cfm?story_id=12501087
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